Hoy todos quieren ser reyes

En todo el mundo una considerable cantidad de personas quieren que se las considere, que se haga lo que cada una reclama: Más pensiones, vivir aislados, ganar los americanos a los chinos, los chinos a los americanos, que no haya ricos, que las mujeres igualen en todo a los hombres, etc., etc.

Hasta las niñas y los niños  quieren volar  moviendo los brazos.

Normal.

Siempre ha querido la humanidad vivir mucho mejor de lo que vive, aquí, o tras la muerte.

Pero hoy los deseos se comparten globalmente, y la fuerza de los grupos es enorme.

Sin embargo, en vez de utilizar esa fuerza cooperando para conseguir mucho, los grupos quieren, cada uno, eliminar a los demás, pensando que la riqueza es algo fijo, que es preciso aislar e impedir que otros accedan a ella.

Pero, como escribo muchas veces en este blog, la riqueza es, si no infinita, inmensa, pues es la energía del universo del cual nosotros somos una minúscula parte.

Se puede conseguir cada vez más riqueza, para cada uno y para todos. Pero es preciso cooperar para extraerla. Competir solo produce pobreza, es decir, una riqueza muchísimo menor que la alcanzable mediante la cooperación.

Esto lo hemos aprendido a través de la ciencia, desarrollada solo durante los últimos 400 años de la historia del homo pseudo-sapiens. Lo que domina los cerebros de los miembros de nuestra especie son, no los genes, sino los memes acumulados antes de 1600 DC: Al menos 100.000 años que crearon una cultura de robo de la escasísima cantidad de energía a la que podían acceder.

Un ejemplo lo deja claro: A principios del siglo XX la tierra ya no era lo que generaba riqueza, lo que producía energía, sino las minas y los pozos de carbón. Pero el Kaiser Guillermo II de Prusia (con Alemania unida a ella) seguía pensando en tierras y colonias como fuente de riqueza, y envidiaba tremendamente a Inglaterra y a Francia. Su meme cultural seguía siendo la riqueza procedente de la fotosíntesis del momento, y no de la fotosíntesis de hacía 300 millones de años almacenada en los combustibles fósiles: Quería utilizar éstos para conquistar las tierras europeas y sus colonias, en vez de para aumentar la riqueza de su pueblo.

Las protestas actuales, los Brexits, las tarifas de Trump, la exigencia de separación de España por parte de algunos catalanes, las exigencias de acceder a más riqueza por parte de chilenos, peruanos y ecuatorianos, entre muchos otros, son los memes antiquísimos que vuelven a salir a la superficie.

Otro ejemplo: Sin aumentar la riqueza española, en inútil exigir más pensiones, más altas: Sencillamente no hay más, y sin aumentar esa riqueza hay que repartir la que hay entre cada vez más personas que no la producen.

Tenemos disponible toda la riqueza que queramos, la energía que viene del sol. Pero para capturarla es preciso dedicarse a ello, no a reclamar parte de la que ya hemos capturado, pues esta parte va desapareciendo con cada día que pasa.

Y para dedicarse a ello es preciso cooperar entre todos los grupos. Rechazar los memes de escasez y dedicarse a la captura posible.

Estamos en el borde, en la frontera, como lo estaban España y Portugal en 1480.

Podemos cruzar el Atlántico.

O podemos seguir luchando en eternas guerras civiles, intraeuropeas y similares, que solo producen la continuación de la pobreza.

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