Es claro que hay cambio climático. Basta con entrar en esta página WEB:
http://nsidc.org/arcticseaicenews/
y seguir la pista al hielo del Ártico. Es la segunda vez en 37 años que la extensión del hielo es tan pequeña en noviembre.
El clima en España depende del “Chorro” polar, una corriente de aire que circula a 11 km de altitud, de Oeste a Este. La existencia y posición de esta corriente deriva del gradiente latitudinal de temperaturas, la diferencia de las mismas entre el Ecuador y el Polo Norte.
La situación de verano en España: grandes calores y sequía deriva de que el chorro polar, en verano, se desplaza hacia el norte, al estar calientes las regiones árticas.
Pues bien, ahora, en estos últimos años, el Polo Norte no se enfría lo que era habitual hasta el año 2000 hasta que se acerca el solsticio de Invierno (15 de diciembre), y se mantiene relativamente caliente durante todo el invierno.
Si el Chorro no arrastra el aire húmedo del atlántico central hacia España y sobre ésta no hay aire suficientemente frío, no llueve.
La situación de verano es de un Polo caliente: El gradiente de temperatura entre el Ecuador y ese Polo es suave.
Hoy esta situación se da tanto en otoño como en primavera, y solo tras el solsticio de Invierno se enfría algo ese Ártico y desciende hacia el sur el Chorro polar.
El clima ha cambiado ya de sus características del siglo XX a las del siglo XXI: Lluvias concentradas en 4 meses en vez de extendidas a 7, precipitaciones torrenciales en vez de suaves, fuertes escorrentías en vez de permear hacia los acuíferos.
Esto produce escasez de agua para el riego, y llega a producir escasez de agua para el hogar y para, simplemente, beber.
Al mismo tiempo, unas temperaturas más altas provocan mayor evapotranspiración de las plantas y daños para éstas.
Los glaciares de las montañas están deslizándose hacia los valles y solo quedan como hielo en zonas muy altas. En la Antártida y Groenlandia los glaciares, sobre suelos calientes en las costas por el agua del mar, se van deslizando hacia el océano, produciendo la subida dl nivel del mar.
Una subida de este nivel de medio metro, añadida a las mareas y las olas supone la entrada del agua unos cinco kilómetros tierra adentro.
Podremos seguir viviendo, pero no, claro está, de la misma manera que lo hacemos hoy.
Adicionalmente un consumo creciente de petróleo y gas, además de acelerar el cambio climático, acelera su agotamiento, lo que implica un cambio adicional en la vida de las sociedades.
Debemos, simplemente por precaución, frenar el calentamiento del Planeta.
Hay quien todavía duda, o rechaza de plano, que es la acción humana la que está produciendo el cambio climático actual. Y no solo son personas sin conocimiento, sino incluso físicos y meteorólogos de valía.
Pero no hay la menor duda. Toda la evidencia científica, desde la geología, la arqueología climática, la historia, la química, la termodinámica, la mecánica de fluidos, nos dicen que el cambio climático actual deriva de la emisión salvaje de CO2 (y metano) a la atmósfera desde 1800.
Adicionalmente, la extracción en 200 años de la energía solar capturada durante 20 millones de años por las plantas (carbón y gas) y los animalillos (petróleo) del Carbonífero, ha generado un sistema económico que no puede seguir cuando se acaben estos combustibles fósiles.
¿Podemos hacer la transición hacia un nuevo sistema económico sin revoluciones violentas? Es dudoso, pero posible. Los populismos son siempre preludios de cambios, pues ocurren cuando la sociedad se da cuenta, implícitamente, de que su entorno vital ha cambiado, pero sus miembros, las personas, explícitamente no quieren cambiar, aumenta su miedo a lo ignoto y se aferran a lo que ya conocen: Quieren explícitamente mantener su forma de vida, aunque saben, implícitamente, que no pueden hacerlo. Hay una tensión brutal en la sociedad que ha generado, a lo largo de la historia, conflictos que en el caso de Europa en el siglo XX llevaron a decenas de millones de muertos.
Hoy tenemos la ventaja, escasa, pero la ventaja de que conocemos el proceso, sus orígenes y desarrollo, y quizás pudiésemos reconducirlo, aunque las fuerzas de un lado son muchas mientras que las fuerzas de la razón y el conocimiento, son escasas.
No tenemos mucho tiempo, pero, aunque corto, lo tenemos.
La única forma es la comunicación constante de la realidad, y sus soluciones, pero en un lenguaje asimilable por la masa de la población.
¿Es posible convencer a alguien de alguna cosa? Este será el tema de otro post.