La situación del mundo y los sistemas que al realimentarse, cambian sus condiciones

Escribe Pérez Reverte sobre la decadencia de la cultura/civilización europea. Recuerda el avance de los godos hacia dentro del Imperio Romano en el siglo IV de la Era Común. 

 

El Imperio Romano, tras su etapa de conquistas, cuyo máximo avance se produjo con Trajano, se retiró hacia unas fronteras supuestamente estables, los ríos Rin y Danubio en Europa, las montañas del este de Anatolia, el Éufrates, a uno y otro lado de este río, y la línea del desierto arábigo al sureste del Mediterráneo oriental. 

 

En todos los imperios, romano, persa, los reinos de la India, China, árabe, español, inglés, las fuerzas de los mismos son limitadas y se agotan en la expansión. Pero parece que ninguno de ellos asume esta realidad, y todos piensan que serán “eternos”. Casi todos piensan que son pueblos “escogidos”. La razón del conflicto entre judíos y romanos era que ninguno de ellos podía aceptar que el otro fuese un pueblo “elegido”.

 

Pero no hay tal. Somos todos pequeñitos. La población romana quedó diezmada en el siglo II por una peste. Antes de eso los ciudadanos de Italia ya no luchaban en las legiones: Habían conquistado el derecho, para ellos y sus descendientes, de quedar liberados del servicio militar. 

 

Aquí está la clave para entender el desarrollo de las sociedades La consecución, no de los objetivos, sino de las herramientas desarrolladas para prosperar, generan la obsolescencia de esas mismas herramientas. Las personas ven, en cierta etapa histórica, que los médicos ganan mucho dinero Muchos quieren ser médicos, muchos lo consiguen. Ahora, al ser muchos, ya no ganan tanto. Al conseguir el deseo, ese deseo deja de ser lo que se quería.

 

En otro lenguaje, las ecuaciones de funcionamiento de la máquina social precisan condiciones de contorno para su solución. Al evolucionar las soluciones, éstas cambian las condiciones de contorno y con ellas, aquellas soluciones.

 

Ahora bien, la percepción social de las nuevas condiciones de contorno es muy lenta. La razón es clara de entender, y es la misma por la cual se perpetúan los tópicos: las personas, por lo general, aprenden en la infancia y en la juventud, digamos hasta los 22 años Después de eso la gran mayoría de individuos decide dejar de aprender, y navegar por el mundo con el bagaje adquirido. Al cabo de unos años, no más de un par de décadas, el mundo ha cambiado, pero lo que retienen esas gentes y enseñan a sus hijos es un mundo que ya no existe. En las clases se enseña lo que se aprendió, y los libros de texto reflejan ese aprendizaje de un par de generaciones pasadas. 

 

Solo se enseña algo nuevo cuando mueren las generaciones anteriores, pero para entonces ya es tarde para el buen discurrir de la sociedad.

 

Parece que esto ocurriría solo ahora, en una etapa de cambios rápidos. Pero las historias de Atenas, de Roma, de China, nos dicen que no es así. Roma había resistido el ataque de Aníbal, y había destruido Cartago gracias a un entrenamiento militar riguroso y a una disciplina férrea, y a la absorción, que no subyugación de los pueblos de Italia. Las condiciones de contorno eran luchar contra los de fuera. Pero tras el impulso obtenido al ganar las guerras púnicas, y dominar el Mediterráneo, ya no quedaban (en principio) fronteras, contornos qué conquistar. Una educación basada en el servicio militar, la guerra continua, se convirtió en guerras civiles, que solo cesaron cuando Julio Cesar abrió de nuevo las fronteras, hacia la Galia, y Augusto avanzó hacia Germania. Otro frenazo, con los emperadores Julio-Claudios, y de nuevo caos, hasta que los Antoninos volvieron a la expansión. 

 

Pero la expansión, unida a la peste, llegó a un límite con Marco Aurelio y, sin poder cambiar las ideas romanas, la sociedad entró en un camino de colapso, del que solo se libró la parte oriental del Imperio, en donde en vez de guerras, que también, pero generalmente defensivas, la cultura de Constantinopla se abrió al comercio. 

 

En España las mentes mantienen aún las ideas del estado del bienestar, cuando el desarrollo de ese sistema social lo ha invalidado. La sociedad española no puede pagar pensiones a cada vez más millones de jubilados que dejan de trabajar cuando perfectamente podrían seguir haciéndolo y producir en el trabajo. El abono de las pensiones impide dedicar ese dinero a la inversión productiva. Estos esquemas mentales, de derechas e izquierdas, mantienen la idea de que el trabajo duro y la producción importan poco. Esto funcionó entre 1990 y 2010, una generación, pero hoy es preciso cambiar esa condición de contorno del funcionamiento de la máquina, y no se hace. Y no se hace donde mejor se puede y debe hacer: en los colegios, en donde el esfuerzo deja paso ( y así se explicita desde los gobiernos de todo signo) a la “felicidad” del alumno. 

 

En Inglaterra todavía se sueña con el Imperio, y en los EEUU muchos no entienden que ya no son la única primera potencia del mundo. Inglaterra es hoy un país pequeño, al norte de Francia, y lo mejor que puede hacer es cooperar con el resto de pequeños países de su zona geográfica. 

 

La frase de Trump “Hacer grande a los EEUU de nuevo”, quiere realmente decir “Hacer a los EEUU superiores a los demás”. Pero ya no puede ser. Interesaba a los EEUU que China se hiciese rica, pero cuando lo hizo, las condiciones de los EEUU habían cambiado.  China son unos 1300 millones de personas, los EEUU, 327. Los chinos trabajan mucho por poco dinero, los estadounidenses, menos y por mucho más dinero. Los EEUU pueden ser iguales a otros, pero ya no superiores a todos. 

 

Las condiciones de contorno han cambiado, pero no lo han hecho las ideas de muchos de los que viven en ellas. 

 

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