Ciencia “populista”

El populismo es pensar que podemos volar batiendo los brazos sin ayuda de alas artificiales. La gente, el “pueblo”, lo quiere todo, y lo quiere sin tener que realizar esfuerzo y los populistas se lo prometen, porque prometer es gratis.

Abro hoy el móvil y las “noticias” que aparecen son

“Fotones oscuros”

“El CERN podría destruir la Tierra”

“Un nuevo tiempo cuántico”

“…. teletransportar el estado tridimensional de una partícula”

“A la caza de neutrinos”

Resulta que lo que se publica de la ciencia para el público en general, da la imagen de que estamos cercanos a descubrir mundos nuevos distintos del mundo real.

Es claro que las personas quieren otro mundo: Un paraíso donde brote la miel de las fuentes, no haya enfermedades y todos sean más ricos que los demás. El mundo real en que vivimos no les gusta.

Este tipo de noticias no es ciencia. Los que las publican no se toman la molestia de analizarlas, quizás ni siquiera de leerlas.

Pero no solo en los móviles. Hay un foro de respuestas de ¿ciencia? denominado “Quora”, en el que se pueden leer cosas tales como

“El electrón no se mueve en el átomo. Su velocidad es cero”

“Hace décadas que dejamos de pensar en el electrón como un objeto y sabemos que no es más que una nube de probabilidad”

y lindezas de este estilo.

Una de las razones de ser de la ciencia es tratar de describir la realidad, dejando los sueños para los sistemas dogmáticos o las noches de alucinógenos.

Pero parece que la realidad no “vende”, y es preciso, como en las iglesias evangélicas y bautistas de los EEUU excitar a las personas a la imaginación desatada de mundos distintos al que habitamos.

La gran mayoría de estas noticias desaparecen a las pocas semanas, y dejan de confirmarse.

Muchas se publican con la “garantía”  de que han aparecido en Nature, por ejemplo. Nature es una revista con una enorme difusión. Era muy de fiar. En un cierto momento la adquirió un gran grupo editorial, que lo que quiere es vender, hacer dinero, como prioridad, dejando en segundo o tercer lugar el ajuste de lo que se publica a la realidad.

El sistema hiper-competitivo que se ha establecido en la academia global exige a muchos investigadores que anuncien noticias importantes, para buscar la promoción. Cuando al cabo de un tiempo esos descubrimientos se convierten en errores, esto no “vende”, no es noticia, y el público no recibe esta información, por lo que se queda con la información de impacto original, pensando que al haber sido publicada por Nature o equivalente, debe de ser cierta.

El mundo es maravilloso, y la ciencia lo descubre todos los días. Pero lo que descubre es que no podemos volar batiendo los brazos. Y no es eso lo que quiere una mayoría de personas.

Es posible que hayamos entrado en los últimos 20 años en el deseo de que el mundo sea como las películas (pero aunque yo no veo mucha “tele”, lo poco que veo es odioso: Muertes, asesinatos, catástrofes … ).

Políticos y pseudo-científicosprometen a los demás tener “la solución”. Y como hoy las “élites” aunque sean intelectuales, están muy mal vistas, la ciencia real queda relegada al cajón de los “elitistas”, porque lo que “debe ser” es que se “respeten” todas las ideas por locas y falsas que resulten. Como la educación, en la cual los alumnos pueden aprender, o no aprender, lo que deseen.

Porque ¿no es el mundo lo que queramos que sea?

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